jueves, 18 de agosto de 2016

¡Vamos a Asia que es una ganga! (Parte uno)

Sinceramente nunca se me había ocurrido viajar a Asia. Ya conté en otros posts que mi idea era trabajar seis meses en Melbourne, Australia, para juntar suficiente plata para viajar alrededor de Europa. Pero las charlas e historias con otros viajeros me hicieron cambiar de opinión. Asia es tan fascinante como remota. Enorme, intrigante, diferente y... ¡barata!
Tuve la suerte de recorrer seis países del sudeste asiático, en algo más de dos meses, y fue una experiencia inolvidable. Hay lugares a los que no volvería, pero sin duda han enriquecido mi mente y mi cultura.

Templo Madre, Pura Besakih



BALI, paraíso de parejas y treintonas en crisis.

Muchos habrán oído hablar de Bali gracias a la película de Julia Roberts “Comer, Rezar y Amar”.  La primera vez que yo escuche de Bali fue por Caroline, una amiga inglesa que me dijo que había conseguido un hotel por una semana a $100 AU ($1000 AR), me habló de sus playas paradisíacas y de la noche balinesa. ¡Había que ir!

Terrazas de arroz

Comencé por ubicarla en el mapa, porque realmente ¡no tenía ni idea! No sabía si era un país o una ciudad. Ahora puedo decirles con seguridad que Bali es una de las cientos de islas que conforman Indonesia, es la única Hindú, ya que el resto son musulmanes. Este dato es relevante porque la religión cambia mucho la forma de vida de un lugar. También  aprendí que su moneda es la Rupia y vale algo así como $1 AR = Rp 880,86 ó $1AU=Rp 9600. Seguí mi research con lugares y ciudades que ver, precios, cultura, lenguaje, y descubrí algo muy peculiar: en Bali tenés que regatear todo. ¿Todo? Sí, TODO. Nada tiene un precio fijo. Te cobran de acuerdo a tu cara, de dónde venís, y de cuán bueno sos regateando. 

Aldea Tradicional


Ni bien llegamos al aeropuerto de Denpasar, cambiamos $50 AU, algo así como $500.000 Rupias y $500 AR. Nos dispusimos a buscar un taxi, y yo había leído que lo mejor era tomar un Blue Bird que son los taxis oficiales, ya que tienen una tarifa fija hasta las diferentes ciudades: Kuta, Ubud, Santor, etc. Consultamos en el mostrador y entendimos que la tarifa era $50.000 ($50 AR) que era lo que yo había leído que costaba. Cuando me dispongo a pagarle, aún sin conocer bien los billetes y ¡mareada con tantos ceros!, le entrego $100.000 –me dijeron que debía pagar antes del viaje, aún en el mostrador del aeropuerto- y el señor me responde “No, no, cinco más de éstos”. ¡Quería $500.000 rupias! Era todo lo que teníamos, los $50 AU ($500 AR). Lo peor de todo, es que tenían un cartel con las tarifas, y a la ciudad que íbamos nosotros salía como mucho $60.000 Rupias ($60 AR), pero claro, habían dado vuelta el cartel y alegaban que era de noche y por eso era más caro. ¡Eran solo 15 minutos de viaje!

Bares en Gilli Trawangan


Nos negamos rotundamente a pagar eso, y empezamos a dirigirnos hacía la salida. Cuando te alejas, los taxistas te siguen y te empiezan a preguntar susurrando “How much you want?” (¿cuánto querés?) . Finalmente, después de mucho discutir, logramos pagar Rp. 80.000 ($80 AR) con dos paradas, porque compartimos con una chica alemana que conocimos en el aeropuerto y no quería tomarse el taxi sola. Así que pagamos Rp. 40.000 entre Pablo y yo y Rp. 40.000 ella ($40 pe!).

Primera impresión de Asia: ¡SOMOS BILLETERAS CAMINANDO! Con los días aprendimos a regatear y a llorar la carta con la célebre frase “Somos argentinos, no somos europeos, somos pobre”. No falla.

Si vas a Bali vas a ver que todos andan en moto. Nadie camina. Es más o menos una regla asiática. La gente se mueve así. Es rápido, económico y práctico. Eso sí, no trates de caminar ¡porque te llevan puesto!

Bueno, pero hablemos de dinero!

Volamos de Cairns, Australia a Bali por Jetstar  por $195AU ($1950 AR).  Desde Argentina la inversión en pasaje va a ser mayor. Si buscas un vuelo con varias escalas abaratas precios, y acordate que los martes, miércoles y jueves hay mejores tarifas que volando un fin de semana.

Nosotros pasamos nuestras primeras dos noches en Kuta. Nos dijeron que Kuta no era un destino que valía la pena, pero quisimos averiguarlo por nosotros mismos. Las callecitas de Kuta.... bueno, no tienen ese que se yo, tienen un negocio al lado del otro que vende cualquier cosa que el turista pueda necesitar, desde agua hasta tours, ¡ah! y casas de cambio. A eso hay que sumarle al vendedor entusiasta que te grita “my friend... one dollar, my friend”, sin importarle cuantas veces le digas que no estas interesado. El segundo día nos fuimos a Ubud en taxi, ya que éramos cuatro personas y nos salía menos que tomar los minibus. Pagamos Rp. 12.500 entre los dos ($14 AR)!

Algunos de los negocios en Kuta

LLegamos a la madrugada así que queríamos tener un lugar donde caer. Nos quedamos en un hostel que se llama Beneyasa II, que encontré en Booking.com. Por dos noches en habitación doble con ventilador, baño privado, piscina y desayuno pagamos Rp. 205.000 ($237 AR). En Ubud conseguimos una habitación en una guest house, con aire acondicionado, agua caliente y ¡desayuno de lujo! por Rp. 200.000 ($227 AR), pero como nos quedamos tres noches, pagamos Rp. 180.000 ($204) la noche.  En Gilli Trawangan pagamos también Rp. 180.000 ($204) con desayuno pero sin aire acondicionado y en Sanur pagamos Rp. 150.000 ($170 AR) sin aire, con infusiones pero sin fruta, panqueque u omelette (Siempre habitación doble).




Comimos en restaurantes, algunos más sofisticados que otros, pero nos daba más seguridad en cuanto a higiene. Una comida para dos con gaseosa cuesta en promedio Rp. 100.000 ($113 AR), la más cara que pagamos, incluyendo un par de cervecitas, fue de Rp. 140.000 ($158 AR).

El agua en Asia no es potable, por lo que debes comprar muchas botellas de agua, pero a no desesperar, ¡no va a desequilibrar tu presupuesto mochilero! Una botella de agua cuesta entre Rp. 6.000 y Rp. 10.000 ($6 y $11 AR).

Como conté antes, moverse en moto es lo mejor y más divertido. Te va a permitir recorrer toda la isla en poco tiempo. Nosotros hicimos base en Ubud y de allí fuimos hasta el templo madre Pura Besakih, un pueblo tradicional, las terrazas de arroz, el templo Uluwatu, el templo de purificación Tanta Pural Empul, recorrimos una plantación de café y probamos diferentes tipos. El alquiler de moto generalmente cuesta Rp. 50.000 ($56 AR), aunque si la alquilas solo por la tarde podes pelearle un poco el precio. Le vas a tener que cargar nafta, pero que no cunda el pánico en este pequeño detalle tampoco, las motitos son scooters y consumen poco, ¡con un litro podes recorrer un montón! y podes conseguirlo por la módica suma de Rp. 10.000 ($11,35AR).


Templo Pura Tirta Empul

Hicimos un tour que consistía en llegar caminando, con la ayuda de un guía, a la cima del Volcán Batur. Es una excursión que se realiza a las 4am para llegar a la cima a ver el amanecer. Primero te llevan a un lugar a tomar el desayuno, que siempre incluye pancakes y luego a la base del volcán donde te asignan un guía y un grupo. Nuestra experiencia fue muy cómica. En Bali siempre hace mucho calor, pero subiendo el volcán se siente el frío... ¡y más si se larga a llover! Llegamos a la cima y no se veía nada, estaba súper nublado y ¡el viento nos cortaba la cara! Igualmente lo disfrutamos y fue una linda experiencia.  El tour nos costó Rp. 540.000 ($613AR) entre los dos.

Además de Bali, fuimos a Gilli Trawangan, una pequeña isla paradisíaca. El bote ida y vuelta nos salió Rp.800.000 ($908 AR).


Gilli Trawangan


Más allá de los precios súper económicos que podes encontrar en esta hermosa isla, vas a conocer gente maravillosa, que son muy pobres pero no pierden la sonrisa. Vas a ver paisajes alucinantes. Verde por todos lados. Y su fé es inmensa. Todos tienen su pequeño altar y le hacen honor a su Dios. Me sentí muy bienvenida, a pesar de los pequeños inconvenientes que tuvimos, y definitivamente volvería. 

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