Pasaban los meses y esa "idea en el aire" iba convirtiéndose en un deseo cada vez más fuerte, sólo faltaba darle forma!
Por supuesto que yo era una de las más entusiasmadas!! Así que me dispuse a encontrar un pasaje económico para que podamos ir todas.
El pasaje apareció milagrosamente un viernes a la tarde, cuando el cansancio de la rutina se siente más y la falsa libertad del fin de semana te invita a correr al aeropuerto. Ahí estaba el vuelo que necesitabamos, con una sola escala de no más de 2 horas y a mitad del precio regular. Era nuestra oportunidad! Barbi y yo no lo pensamos y lo compramos inmediatamente! Fer lo consultó con su almohada y su corazón y finalmente aceptó y a Viki le costó una noche más y un empujoncito de Juan.
Debo confesar que por más que haya organizado viajes sola varias veces, siempre tengo miedo de confundir alguna fecha o número de documento, por lo que los nervios me acompañaron hasta el día que nos subimos al avión.
Como siempre mis posts llevan el mensaje final de que el dinero no es una limitación para hacerlo, siempre visto desde mi visión de laburante clase media. Quiero que vos qué estás leyendo esto y tenés un sueldo todos los meses te animes a ver más y salir de tu zona de seguridad. Que vivas el viaje!
No podría volverme más feliz de cómo resultó el nuestro. Porque no fueron vacaciones, fue un viaje!
Viajar es abrir la mente a nuevas experiencias, como cuando Fer vencio el miedo al mar y se metió a hacer SUP sola. O como cuando Viki se subió a la lancha para ver los delfines en su hábitat natural y manejó un cuatri con barbi atrás. Viajar es vivir! Es Barbi cumpliendo su sueño de aprender a surfear, es Fer bancandose el que dirán y extrañar a las dos mitades de su alma. Es Viki tirandose primera del Kamikaze y también soy yo sientiendome viva una vez más y amando el vuelo y el suelo.